
Los gatos se empezaron a domesticar no hace mucho tiempo, y en el antiguo Egipto servían para cazar los ratones que se comían el grano.
Hoy en día conviven con nosotros, y aunque la mayoría son bastante independientes, nos maúllan para comunicarse y con la cola nos transmiten su estado de ánimo. Si nos enseñan su barriga, es que confían en nosotros y cuando se rozan contra nuestras piernas, nos marcan como parte de su territorio. Son atletas natos, saltando hasta 6 veces su tamaño y sus bigotes, son los sensores que utilizan para cazar y moverse al oscurecer.
Los podemos encontrar con pelo y sin pelo, con cola y sin cola, de un color o tricolor… y todos ellos nos darán su cariño, de una manera u otra.